Se impuso 109-83 en su mejor partido del torneo. Fue la producción ideal. Todos jugaron bien y el equipo lució. Como si fuera poco, el debutante Harris causó una gran impresión. El lunes Olímpico de La Banda probará si hubo mejoría real o un lindo sueño de una noche de verano.
Por Sebastián Arana
La ocasión parecía complicada. Pero también era la oportunidad de cambiar el clima. Vaya si lo logró Peñarol, que apabulló a un equipo de punta como Gimnasia de Comodoro Rivadavia por un 109-83 elocuente en una nueva fecha de la Liga Nacional de básquetbol.
Hacía mucho tiempo que el hincha de Peñarol no disfrutaba tanto de una noche de básquetbol de los suyos. Lo de anoche, a partir del sexto minuto del partido y casi hasta el final, fue una exhibición de juego veloz y contundente. Le salieron todas y una más al equipo de Gabriel Piccato, que jugó por lejos su mejor partido de la temporada.
Tras un arranque parejo (11-11 en los primeros seis minutos de partido), el conjunto local fue una marea que arrastró a su rival hasta el fondo del mar.
El ingreso de Valinotti por Cantero le cambió la cara a los “milrayitas”. Permitió fortalecer la defensa de la primera línea. Y a partir de esa consistencia Peñarol voló en la cancha y comenzó a anotar rápido y con facilidad. Las corridas y los tiros de tres puntos de Vaulet martirizaron a los visitantes en los últimos cuatro minutos del parcial. De igualar 11-11, en cuatro minutos, con un parcial rutilante de 20-3, el local pasó a imponerse 31-14 sobre un rival totalmente confundido al momento de llegar al entrecuarto.
Como si fuera poco, en un minuto y medio del segundo segmento, con un pasaje muy eficaz de “Pato” Tabarez, Peñarol encadenó otro parcial de 9-0 que lo liquidó todo con mucha anticipación.
Con una diferencia superior a los veinticinco puntos, el conjunto dueño de casa lo hizo todo con más tranquilidad. El pibe Valinotti condujo con solvencia y anotó. Melvin Johnson ratificó lo que había insinuado en Bahía Blanca: que tiene clase y mucho gol en la mano. Y los hinchas terminaron el primer tiempo con las palmas rojas de tanto aplaudir.
Confiado en los 26 puntos que se llevó al entretiempo, los “milrayitas” volvieron más distendidos del vestuario. De un lado de la cancha anotaban con cierta frecuencia, sobre todo el debutante Harris, veloz y de buenos movimientos. Sin embargo, del otro, invariablemente iba a sacar del fondo cada vez que la recibía Roberto Acuña, a quien no podían detener.
Gimnasia logró achicar diez puntos de la brecha y generó un poco de preocupación, pero dos triples consecutivos de Cantero frenaron en seco su reacción. Y de ahí hasta el final, sin apuntalar demasiado la defensa, el equipo ratificó su nuevo poderío anotador. Con un muy buen 60% de dobles y un increíble 51% de triples, no había forma de que se complique la noche. ¿Vendrán más de este calibre?
Síntesis
Peñarol (109): J. P. Cantero 12, M. Johnson 19, S. Vaulet 17, P. Tabarez 12 y T. Harris 20 (FI); J. Valinotti 18, F. Barroso 6, J. M. Fernández 3, L. Gorosterrazu 0 y T. Monacchi 2. DT: Gabriel Piccato.
Gimnasia (83): J. Treise 10, C. Buendia 5, J. Mencia 6, S. Vega 6 y R. Acuña 23 (FI); J. M. Rivero 13, D. Romero 14, L. Bethelmy 6 y B. Barrera 0. DT: Martín Villagrán.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Rodrigo Castillo-Danilo Molina-Gonzalo Delsart.
Parciales: 31-14, 61-35 y 84-62.